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Para conocer la cronología histórica de la dinastía nazarí y sus construcciones, es necesario entender la historia de Al-Ándalus.
Una vez comprendidos los hechos históricos más relevantes detallados en el apartado de historia de Al-Ándalus, nos adentraremos en el reinado de la dinastía nazarí que ocupó los territorios de Granada, Málaga, Almería y parte de Cádiz, durante 260 años, desde 1231 hasta el 1492, fecha de la rendición del reino de Granada
Durante este tiempo, ocuparon el trono 25 monarcas de la dinastía nazarí.
Se trata de un gran número de mandatarios, para un período tan corto y eso es debido a las continuas revueltas y luchas internas por hacerse con el poder.
Para comprender un poco mejor que ocurrió durante ese tiempo, realizaremos una breve descripción cronológica de los monarcas más importantes y sus aportaciones a la Alhambra.
Este es el primer monarca de la dinastía nazarí, también conocido como Ibn Al-Ahmar o señor de Arjona (Jaén).
Fue un político hábil, que supo sacar buen provecho de las buenas relaciones que tenía con el rey de Castilla Fernando III “El Santo”.
De un pacto político entre monarcas de confesión religiosa distinta, se fraguó una gran amistad.
La amistad fue tal, que tras la muerte del rey Fernando III en 1252, Ibn Al-Ahmar, envió cada año a su tumba, cien caballos con cien cirios blancos, en señal de duelo hacia su amigo.
En definitiva, a él le debemos el reino nazarí de Granada y la construcción de la Alhambra.
Comenzó con la edificación de la Alcazaba sobre los restos de una antigua fortificación zirí, a la que añadió la Torre del Homenaje y la Torre de la Vela.
Y lo más importante, trajo el agua del río Darro al recinto fortificado.
Este monarca continúo con la construcción del recinto amurallado y añadió la Torre de las Damas y la Torre de los Picos.
Edificó el primer palacio de la medina en el Partal alto.
Además, coincidiendo con su reinado, en la segunda mitad del s. XIII. Según Basilio Pavón Maldonado, a este monarca también le debemos la construcción del Palacio de los Abancerrajes.
Se encargó de la organización urbanística de la medina y la construcción del palacio del Partal bajo, la Madraza, el baño público, la mezquita mayor, la puerta del vino y el palacio del exconvento de San Francisco.
Este rey murió ahogado en Almuñécar y fue enterrado en la Rawda o cementerio de la Alhambra.
Su reinado duró poco ya que fue destronado y exiliado a Guadix.
No obstante, construyó la torre del Peinador de la Reina.
Este monarca se proclama rey y rompe la línea directa sucesoria de Muhammad III, asentando en el poder una línea sucesoria secundaria de la familia nazarí.
Erigió el Mexuar y el pórtico de la cara norte del Generalife.
Destacó por ser un rey enérgico y combativo al que apodaron “el Conquistador”.
Este rey, hijo de Ismail I, fue asesinado cuando volvía a Granada desde Algeciras.
Tras lo cual, su hermano Yusuf I, apodado “el Justo” subió al trono.
Durante su reinado y el de su hijo (Muhammad V) el reino de Granada disfrutó del período de mayor esplendor del arte nazarí.
Además, a ellos debemos casi la práctica totalidad de las construcciones que se conservan en la actualidad.
Fue el gran constructor del Palacio de Comares. Entre sus construcciones señalamos:
Desafortunadamente, este rey murió asesinado por un demente.
Este rey gobernó dos veces ya que le fue usurpado el trono por su hermano Ismail II (1359-1360) y después por su primo Muhammad VI, «el Bermejo» entre (1360-1362). Este último, fue asesinado por Pedro I el Cruel.
A este monarca debemos la maravillosa construcción del Palacio de los Leones (1380) y el hospital público , en los que hoy en día se conoce como las Ruinas del Maristán.
Formó un gobierno de intelectuales, entre quienes destacaron:
También fue amigo del Pedro I el Cruel a quien ayudó con la construcción de los Reales Alcázares de Sevilla.
Este fue un rey bélico y guerrero.
Se apoderó del trono que le correspondía a su hermano mayor (Yusuf III) y lo encierro en el Castillo de Salobreña.
Fue el último constructor de la Alhambra con la Torre de las Infantas, una de las más bellas del conjunto fortificado.
Durante su reinado murió el poeta y escritor Ibn Zamrak.
Fue encarcelado en el Castillo de Salobreña por su hermano menor, quien ordenó su ejecución. Pero antes de ser ejecutado, fue liberado por un grupo de caballeros que lo trasladó a la Alhambra donde fue coronado rey en el año 1408.
Se dice que fue uno de los grandes reyes de la dinastía nazarí y que, tras él, vino el periodo de declive y decadencia del reinado.
Este rey tuvo su propio palacio junto al Partal, del que, en la actualidad, sólo quedan algunos restos arqueológicos.
Tras estos monarcas el reino nazarí entro en un periodo convulso de luchas, disputas y asesinatos entre monarcas, que trajeron consigo la inestabilidad y debilidad del reino.
Haremos un salto en el tiempo hasta:
Su reinado comenzó con un período de paz de 15 años, tras lo cual, el rey cambió su forma de gobernar, oprimió al pueblo, subió los impuestos, favoreció a sus amigos y se dio a los placeres de la vida, rompiendo el núcleo familiar y abandonando a su legítima esposa Fátima, conocida por todos como Aixa, a la que abandonó, por el amor de la cristiana Isabel de Solís.
Los descendientes de estos últimos, forman la casa nobiliaria del Marqués de Campotéjar .
Hermano de Muley Hacen y conocido como el Zagal.
Este monarca ocupó el trono ilegitimamente.
Finalmente, emigra a Túnez.
Conocido como Boabdil «el Chico».
Este fue el fruto de un matrimonio convenido para apaciguar las revueltas entre zigríes y abencerrajes.
La paz duró poco, pues su padre Muey Hacen, calló en los brazos de la cristiana Isabel de Solís.
Aquí se intercalan acontecimientos históricos y leyendas, pues hay parte de verdad entre la rivalidad de estas mujeres y la legitimidad de sus descendientes al trono.
El avance cristiano y el descontento del pueblo con su rey Muley Hacen favorecen a Boabdil.
Muley Hacen se ve obligado a abandonar Granada marchándose a Málaga con su hermano, mientras Boabdil es nombrado Rey de Granada.
De forma paralela tenemos a los Reyes Católicos decididos a conquistar Granada y unificar el reino de España.
Finalmente, y tras diez años de guerra, este periodo de decadencia finaliza con Boabdil, último rey nazarita que entrega la ciudad a los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, el 2 de enero de 1492.
Esta fecha es de gran importancia ya que marca el paso de la Edad Media a la Edad Moderna.
