El Hospital Real de Granada
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Vamos a realizar un pequeño viaje por la historia del Hospital Real para saber cómo y por qué se construyó y la funcionalidad que ha tenido hasta llegar a nuestros días.
¿Te animas?
Comencemos 👇
Tras la conquista en 1492, Granada fue la última adhesión que completo el Nuevo Estado fundado por los Reyes Católicos, que pusieron todo su empeño en castellanizar la antigua capital del reino nazarí convirtiendo a Granada en símbolo de unidad territorial de la nueva corono cristiana.
En 1499 la corte se establece en la Alhambra hasta 1502.
En 1500 fue la ciudad castellana más poblada de la Península y fue dotada con importantes instituciones, símbolo del poder regio:
El hambre y la enfermedad eran comunes en aquel momento, por lo que se hizo necesaria una política asistencial.
Los hospitales de aquel momento cumplían tres misiones principales: caridad, cuidado de enfermos y reclusión social de indigentes.
Los Reyes Católicos mandaron construir tres importantes hospitales en el reino:
Los criterios para la construcción de un hospital en el siglo XVI, consistían en ubicarlo en un lugar elevado, fresco y ventilado, lejos de nichos poblacionales.
Por ese motivo, el Hospital Real se ubicó en el exterior de la muralla, cerca del Arco de Elvira sobre un antiguo cementerio musulmán.
Además, por el lugar elegido pasaba la acequia Aynadamar (construida por los nazaríes), con la que se podía abastecer de agua al Hospital.
El proyecto constructivo comenzó bajo las directrices de Enrique Egas, aunque hubo otros arquitectos que participaron en la construcción como Juan García de Praves, Juan de Plasencia, Pedro Machuca, Diego de Siloé y otros artistas como, Martín de Bolívar y Pedro de Mena.
El edificio es de planta de cruz inscrita en un cuadrado que forma cuatro patios iguales.
La construcción del edificio está realizada en sillares de piedra y escasa ornamentación.
El monumento en su conjunto alberga diferentes estilos arquitectónicos:
La portada principal fue realizada por Alonso de Mena y consta de cuatro columnas corintias, sobre las que descansa una cornisa con las esculturas orante de los Reyes Católicos en los extremos exteriores y la escultura de la virgen como elemento central.
Sobre ella y en un tercer cuerpo se encuentra el escudo de armas, presidido por el águila imperial.
En la fachada destacan cuatro vanos platerescos con las iniciales de los Reyes Católicos y del Emperador Carlos V, realizadas por Juan García de Praves.
Una vez atravesado el portón principal nos encontramos con un gran vestíbulo que lleva al interior del Hospital y un arco de medio punto da acceso a la nave central.
Las dos naves que forman la cruz tienen techos grandes que se cruzan en una bóveda de crucería.
Los dos patios de la derecha se quedaron sin terminar, solo se acabaron los del lado izquierdo.
En definitiva, el espacio gira en torno a cuatro patios, el crucero que los divide y el crucero de la parte alta donde se encuentra la biblioteca del Hospital Real.
En 1526 por orden de Carlos V comienza a funcionar como hospital al trasladar allí a los enfermos del hospital de la Alhambra.
En este hospital podían ingresar personas con cualquier tipo de enfermedad, incluso las incurables, pero los únicos que recibían tratamiento eran los enfermos de sífilis.
A los enfermos de sífilis de aquel entonces se les realizaban dos tipos de tratamientos en función de la gravedad:
Por otro lado, a los enfermos mentales del hospital se dividían en dos grupos:
Estos encierros se mantuvieron hasta el siglo XX.
Pero además, el hospital Real albergó niños expósitos (expuestos, abandonados o entregados a la beneficencia) y mujeres recogidas, que fueron acogidos a mediados del siglo XVIII.
Entre los enfermos que vivieron en este hospital destaca uno muy especial por su relevancia histórica. Se trata de San Juan de Dios, internado en el Hospital Real tras ser juzgado por loco, hasta que en 1549 hubo un gran incendio del que salió ileso salvando con él a numerosos enfermos.
La función hospitalaria de este monumento ha perdurado en el tiempo durante casi 500 años.
Su construcción se inició por orden de los Reyes Católicos y en 1526 con Carlos V comienza a funcionar como hospital.
Desde entonces las funciones del hospital han sido diversas:
Ubicada en el crucero superior, se accede a ella desde el patio del Archivo, a través de una bonita y amplia escalinata de mármol.
La Biblioteca del Hospital Real es considerada una de las más importantes del país por su gran riqueza bibliográfica que cuenta con 60.000 volúmenes impresos entre los siglos XV y XIX, entre ellos 63 incunables y 1900 manuscritos como, el Codex Granatenesis, Stultifera Navis o el Liber Chronicarum.
En la actualidad es utilizada por muchos estudiantes como lugar de estudio.